En el corazón de Sri Lanka, donde la historia se mezcla con la belleza natural, surge el Parque Nacional de Yala. Este rincón en el sureste de la isla es un testimonio vivo del pasado y un santuario lleno de vida. Considerado el mejor parque nacional y uno de los más grande de Sri Lanka, te invitamos a descubrirlo. ¡Bienvenido al Parque Nacional de Yala!
Adentrarse en el Parque Nacional de Yala es sumergirse en un viaje a través de los siglos. La primera mención de esta joya natural se remonta a 1560, cuando el cartógrafo español Cipriano Sánchez lo marcó en un mapa. Indicó que había sido abandonado tres siglos antes debido a condiciones insalubres, añadiendo un toque de misterio a la rica historia de este lugar. Desde entonces, el parque ha sido testigo de la colonización portuguesa, designado santuario de vida silvestre en 1900 y oficialmente declarado parque nacional en 1938, situándolo entre los primeros de Sri Lanka.
Ubicado en la provincia de Uva, en el sureste de Sri Lanka, Yala es el segundo parque más grande del país, con una expansión imponente de 979 kilómetros cuadrados. Más que una reserva natural, es un ecosistema diverso que alberga una increíble variedad de vida silvestre.
El Parque Nacional de Yala es un crisol de ecosistemas, desde bosques de monzones hasta playas de arena. Su biodiversidad es asombrosa, con 31 especies de mamíferos, 151 especies de aves, 14 especies de anfibios, 30 de reptiles y 31 de peces.
Además, Yala es hogar de la mayor comunidad de leopardos del mundo, convirtiéndolo en el sitio perfecto para avistar a este escurridizo felino, que se encuentra en peligro de extinción. Este felino, famoso por su cautela, ostenta el título de ser el más esquivo del mundo y, por ende, el más difícil de ver. También se pueden observar de cerca comunidades de elefantes asiáticos, ya que Yala tiene una de las mayores densidades de población de este increíble animal en Sri Lanka.
El parque ofrece encuentros cercanos con una variada fauna, desde monos y ciervos hasta, chacales, cocodrilos, jabalíes, flamencos enanos, pelícanos, garzas, aves de presa y osos bezudos, estos últimos siendo uno de los animales más complicados de avistar.
Yala no solo es un paraíso natural, sino que también presenta la singularidad de tener playas a su lado, ofreciendo la posibilidad de disfrutar de mañanas de sol y atardeceres de safari en playas salvajes. Además, invita a sumergirse en la diversidad cultural de la isla, visitando templos budistas como Raja Maha Vihara, Sri Visuddharama, Amunudahaya Rajamaha Viharaya, Tissamaharama Stupa, Kirinda Vihara Maha Devi Temple o hinduistas como Tamil Hindu pillyer kovil, Vedasitikanda. Con la opción de alojarse dentro del parque e incluso disfrutar del glamping, el parque ofrece paisajes espectaculares, con selvas, lagos, praderas y playas, junto con una rica historia y cultura expresada en antiguos templos, monasterios y cuevas.
En resumen, elegir Yala significa sumergirse en un santuario natural que va más allá de la típica experiencia de safari. Desde la oportunidad única de avistar leopardos hasta la convivencia con elefantes asiáticos y la exploración de playas salvajes, Yala ofrece un caleidoscopio de experiencias, respaldado por su historia, cultura y compromiso con la conservación. Es el destino perfecto para aquellos que buscan una conexión auténtica con la naturaleza y la vida silvestre de Sri Lanka. ¡Prepárate para vivir la magia del Parque Nacional de Yala en tu próximo viaje!