Embárcate en una travesía hacia la belleza y la serenidad en la Polinesia Francesa, un archipiélago de ensueño en el corazón del Pacífico. Con Tahití como punto de partida, este paraíso terrenal te cautivará desde el primer momento con su “mana”, esa fuerza cósmica que envuelve cada rincón, desde las playas de arena negra hasta las impresionantes olas de Teahupoo.
TAHITI
Tahití, el corazón de la Polinesia Francesa, es la isla donde encontrarás la capital y el aeropuerto internacional. Será tu primera parada al llegar al país, donde recibirás una cálida bienvenida con una amplia sonrisa y un collar de flores naturales. Esta isla de origen volcánico te maravillará con sus playas de arena negra y vistas impresionantes desde sus montañas y miradores. No puedes dejar de experimentar la emoción de Teahupoo, una famosa ola que atrae a los amantes del surf. En la capital, Papeete, visita el bullicioso mercado local para adquirir productos autóctonos como el aceite de Monoi, flores aromáticas y los tradicionales pareos.
BORA BORA
Conocida como la “Perla del Pacífico”, Bora Bora destaca por su hermosa y amplia laguna. La isla principal, un antiguo volcán extinto, está rodeada por arrecifes de coral llamados “motus”, creando un fondo marino colorido y cambiante en sus aguas cristalinas. Con una extensión de 32 km, Bora Bora es ideal para explorar en bicicleta y disfrutar tranquilamente de sus encantos, especialmente la playa principal de Matira. Explora la laguna en barco y practica snorkel junto a mantarrayas, tiburones limón y punta negra, entre otras especies. Las excursiones por la isla te llevarán a descubrir restos arqueológicos, refugios y cañones de la Segunda Guerra Mundial, así como espectaculares miradores desde donde podrás admirar impresionantes puestas de sol.
MOOREA
A solo 30 km de la capital, Moorea, la segunda isla más grande del archipiélago de la Sociedad, ofrece un equilibrio perfecto entre el mar y las montañas. Disfruta de una de las lagunas más hermosas y practica snorkel o buceo en sus aguas cristalinas. No te pierdas la oportunidad de hacer senderismo hasta el Mirador O’Belvedere o pasear por las vastas plantaciones de piñas, plátanos o vainilla.
RAIATEA
Raiatea, la capital administrativa y comercial de las Islas de Sotavento, es la isla más grande y poblada después de Tahití. Además de su importancia religiosa y de peregrinación, Raiatea alberga el Marae Taputapuatea, el complejo ceremonial más grande de Polinesia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Disfruta de la diversidad de parajes naturales, navega en kayak por el río Faaroa, haz senderismo, practica snorkel, buceo y surf en la laguna. Una experiencia única es la excursión al monte Temehani, donde encontrarás el Tiare Apetahi, una flor legendaria que no crece en ningún otro lugar del planeta, según cuentan las historias y leyendas locales.
TAHAA
Tahaa, conocida como la isla de la Vainilla, comparte su laguna y arrecife con Raiatea, considerada su hermana mayor. Esta pequeña isla conserva su encanto natural y estilo de vida tradicional, ofreciendo a los visitantes una experiencia auténtica de la cultura polinesia. Visita el Jardín Coral de Tahaa, granjas de perlas y destilerías de ron, y explora rutas de senderismo hacia los montes Puurauti y Ohiri.
TETIAROA
Tetiaroa, un atolón coralino único en la Sociedad, es una reserva natural con una biodiversidad excepcional. Antiguamente utilizado como residencia privada de la realeza polinesia, esta isla deshabitada se destaca por su historia. Descubre su belleza y sostenibilidad en el lujoso hotel boutique The Brando, una joya internacionalmente reconocida por su compromiso con el entorno natural.
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